El otro día leyendome el hermoso banquete de Platón, leí uno de los discursos que hasta ahora más me ha gustado: el de Aristófanes.
Cuenta su filosofía del amor, que en un principio, lo femenino, lo masculino y un sexo que contenía a los dos estaban unidos y tenían forma ovalada. Un día quisieron enfrentarse a Zeus y a los Dioses del Olimpo. Estos al ver tal acción, los condenaron a vagar por el mundo separados los unos de los otros, aun conservamos esa cicatriz, el ombligo. Pero al estar separados buscaban copiosamente a su otra mitad, y si la encontraban se abrazaban con tal fuerza, deseo y pasión, que querían así unirse. Zeus, compadeciendose de ellos, les otorgó los genitales para que pudieran estar el uno dentro del otro, y así poder unirse.
Aún hoy, seguimos buscando a esa media mitad, a esa mitad que esté con nosotros, nos ame, nos acompañe, nos quiera, y nos ayude a caminar. Pondré este fragmento para que se lea, y se aprecie su gran hermosura...
También ha sido mi discurso favorito. Es precioso.
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