¿Qué tal estáis? Espero que el camino desde Oriente no sea demasiado agitado. La verdad es que no sabía muy bien como empezar a escribir. Desde pequeña siempre he oído (y hecho) eso de Escribir una carta a los reyes, de pedir la típica Barbie (horrorosas, me he dado cuenta ahora), peluches (me siguen gustando), Nenucos (Lo confieso, me siguen encantando, pero ya no tengo edad de ir con el carrito del niño de mentira por ahí) cocinitas, cajas registradoras, pizarras (la eterna tortura de mis padres y abuelos, ya que me hacía pasar por su profesora), Discos de músicas, algún que otro instrumento musical.... Pero sobre todo libros.
Me hacía muchísima ilusión la Noche de Reyes. Cena familiar, arropada por el calor de los tuyos, comiendo exquisiteces de turrón, mazapán, bolitas de coco, chocolate (mi eterna perdición)... El hecho de ser celíaca no me ha impedido disfrutar de las navidades (lo siento Paula existen turrones, chocolates... de los míos como tú dices). Cantar algún que otro villancico... Y sobre todo disfrutar de una simple conversación en familia, la que sea.
Recuerdo, con especial cariño (como siempre) a mi abuelo. Su chaqueta negra, su bufanda de cuadros, su bastón, sus pantalones negros, su sonrisa permanente, y, finalmente, su olor. Su olor a un perfume de hombre muy suave, mezclado con el olor que normalmente desprenden todos los abuelos, un olor muy agradable. No sé explicarlo demasiado bien.
Sé que siempre hago mucha referencia a mi abuelo, la verdad es que no sé muy bien por qué, amor, cariño, ternura... Demasiados sentimientos, hay cosas inexplicables en esta vida, y supongo que esta es una de ellas.
Por supuesto mi abuela que dejaba esas funciones para ser mi alumna, que a pesar de su edad, saltaba como una adolescente y jugaba conmigo.
Después de cantar y estar con todos, una servidora, se iba a la cama y procuraba mantener los ojos bien abiertos hasta poder ver a los reyes. Aunque los ojos picaran a rabiar pidiendo ser cerrados, eso daba igual, lo importante era ver cómo eran, que aspecto tenían. Pero claro, la magia de los Reyes consiste en dejarte dormido/a antes de que aparezcan.
A la mañana siguiente, el salón amanecía con regalos deseoso de ser abiertos.
Hubo una vez, que en mi barriada se hizo una pequeña fiesta y vinieron los Reyes Magos a la plazoleta para dar regalos a los niños y niñas. Sin embargo a mí me resultaba demasiado familiar el rey Melchor, la forma de andar, la estatura, la nariz... Pero claro, como buena niña de siete años, pensé que simplemente, al ser el rey Melchor tenía que sonarme de las veces que lo había visto en fotos, dibujos... Aunque, yo siempre lo he dicho, me fijo demasiado en las cosas, lo siento papá, las gafas te delataron, el rey Melchor no podía tener gafas, no podía tener la nariz, el caminar, la complexión, igual que mi padre, era imposible. Así que pensé lo que una niña de mi edad podía llegar a pensar... ¡Mi padre era uno de los reyes! Aún recuerdo la satisfacción de contarlo a mis amigos.
Juro solemnemente que no recuerdo como descubrí que no eran del todo reales, quiero decir de verdad, jamás dudaría de la realeza de mis reyes magos. Pero bueno, que se le va a hacer, todos acabamos enterándonos algún día.
Hoy en día pienso de manera algo distinta, los juguetes, los libros, la navidad, la noche de reyes... Todo es muy bonito y está muy bien, pero hoy me ha dado por reflexionar y preguntarme cuántos niños desearían que el mundo entero fuera una juguetería, cuántos niños esperarán y encontrarán sus abarcas vacías como Miguel Hernández. Es por eso que quería hacerle una carta a los reyes algo distinta a la de siempre, así que empecemos de nuevo y en condiciones:
Queridos Reyes Magos, ¿Qué tal estáis? Espero que bien, y que vuestro viaje de Oriente no haya sido largo y cansado. Como no sé exactamente si soy tres, quince o cuarenta, os mando muchos besos y gracias por haberme hecho feliz cada navidad.
Sin embargo este años no os voy a pedir juguetes, ni cosas materiales (bueno sí, un Diccionario Indoeuropeo, y el libro de Líricos Griegos Arcaicos, pero ya está, prometo no pedir nada más) Quiero pediros cosas muy distintas. Me gustaría que este año a una personita paulatinamente paulatina, de un pueblo enorme, pudiera irle un poco mejor en ciertas cosas, que fuera feliz siempre, y que discutiera menos con las personas que la quieren. Que consiguiera algo de estabilidad, y que siga siendo mi amiga por muchos años más, no por nada, que no es que yo le tenga cariño ni nada por el estilo, solo un poco, y por favor, por favor pido que su pueblo siga siendo una de las cosas por las que consigo (muy a su pesar) sacarle una sonrisa todos los días, esa sonrisa que debería estar siempre presente a pesar de los problemas.
También me gustaría que a otra persona, una que ha descubierto ahora que es un poco hiperactiva, que me trae nerviosa perdida todos los días, que canta por Chiquetete y descubre que yo solo me sé el estribillo, y que consigue que me ría a rabiar, pudiera tener mucha más paciencia. Que la persona a la que ha encontrado sea siempre bueno con ella. Que su familia deje de sufrir tantos accidentes de tráfico, que pueda votar en las próximas elecciones a Bob Esponja, y que aprenda a sonreír con su nueva sonrisa (literalmente). Que, de nuevo, siga siendo mi amiga por muchos años más, y sigamos planeado maldades para cuando mi padre duerma y tenga la boca abierta (hay que ser algo perversillo para que al pobre de mi padre se le quiera meter cosas en la boca mientras duerme para que se despierte de sopetón)
Me gustaría que a otra persona, una chica de ciencias que necesita carnet para entrar en el Departamento de Latín y Griego, obtuviera mucha más paciencia y tranquilidad durante el curso para que no se estresara ni se pusiera nerviosa con los exámenes (habló la más indicada), ella es una chica muy lista y puede estar tranquila porque va a sacar muy buenas notas este curso. Por supuesto, ya que tiene una persona que también la quiere mucho, que se porte siempre bien con ella, y que nos sigamos riendo juntas de mis pérdidas de cabeza cuando me pongo nerviosa por algo.
Quiero que todas mis amigas y amigos, sean muy felices para el año que viene, y consigan cumplir todos sus propósitos, que Josemi siga contento porque ha superado a la ''lista de su clase'' (como dice él) en el trabajo de arte (ojala sea en muchos trabajos más Josemi). Que Rocío siga interrumpiéndome cuando quiero que Paco corrija una de mis traducciones. Que María siga haciendo cosas tan bonitas, que Natalia haga muchos más dulces de chocolate con Maizena, que Ceci y yo sigamos recuperando el tiempo perdido después de la guardería. Que mi padre no tenga tantos quebraderos de cabeza, que mi madre pueda descansar más, que yo pueda ayudar más a mi madre. Que mi familia, en general, sea feliz.
Quiero pedir una petición bastante seria, puesto que se han empeñado en que África no vuelva a darme clase de inglés, que pueda venir a mi graduación sin ningún problema. Agradecer su amistad y que siga siéndolo por muchos años más. Que pueda seguir sorprendiéndola con lo que escribo, y que siga siendo tan sincera y crítica con lo que hago (no puedo estar más agradecida). Y por supuesto que sea muy feliz lo que queda de año y el que viene, junto a toda su familia.
Aparte de que Jenofonte y yo intimemos más estas navidades, que Salustio no sea tan duro conmigo y que yo no me ponga nerviosa (como bien prometí) que Paco nunca pierda la paciencia con mis incesantes preguntas, y que pueda seguir dándome muchas milbillonésimas más en la nota (a pesar de que este año sea el último). Que por supuesto, sea muy feliz en estas navidades, junto a toda su familia, y que se cumplan todos sus propósitos de año nuevo. Que nunca deje de encontrar respuestas a todo en la estantería de libros que hay en el departamento. Y agradecer, su amistad y su buen hacer como profesor. Que todas las personas a las que quiero de una forma u otra, y que forman parte de mi vida sean muy muy felices y el año nuevo les traiga todo lo bueno que merecen, y muchísimas sonrisas que mostrar al mundo. Que el mundo siga adelante a pesar de los problemas y no caigamos en viejas redecillas del pasado. Que todos seamos un poco utópicos y utópicas. Que todos los niños y niñas del mundo puedan recibir un regalo estás navidades, no tiene que ser material. Que Peter Pan no nos abandone aunque seamos muy mayores. Que quién lea esto no piense en que es demasiado cursi. Que pueda convertirme en una buena profesora de latín y griego... Y que pueda seguir estando rodeada de todas estas personas, aunque el año que viene empiece la universidad y me separe de algunas. Y como buena futura estudiante de latín:
Felicem Nativititem et prosperum annum novum
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