Recuerdo el primer día de instituto, estaba muy nerviosa, todos y todas me decían que ya no iba a ser igual, que era distinto, que todo era más duro, y que, seguramente, me empezaría a ir mal. Solo algunos me decían que ánimo, que seguro que todo estaría bien. Y la verdad es que comencé el primer curso con muchos nervios y mucho miedo. ¡Quién me iba a decir a mí que seis años después, tendría esta penita por irme, que iba a conocer a gente maravillosa, y me iba a reencontrar con otras personas a las que quiero un montón!
El primer día de clase, y sentada a mi derecha (me acuerdo como si fuera ayer) Rocío, a la que ya conocía de antes. De repente no me sentí tan sola. Poco a poco la amistad fue creciendo y ahora, por lo menos para mí, es una de mis mejores amigas.
Un día, en clase de francés un chica de pelo largo y castaño, sentada a mi lado, me dice:
-Perdona, ¿eres Alba?
-Sí
-¿No te acuerdas de mí?
-No.
-Soy Ceci, Cecilia, de la guardería.
Después de una pequeña conversación los recuerdos de mi infancia en la guardería, la Señorita Juani, el quesito de juguete que había en el patio, las hamacas donde echábamos la siesta, las fiestas en las que nos vestíamos de pastoras... Todo vino a mi mente.
En segundo Tere, ¿cómo fue Tere, te acuerdas? porque yo si que me acuerdo:
Primer día de Segundo de la E.S.O:
-Hola perdona -se acercó a mí con una timidez extrema- verás... es que... falté el primer día y... no tengo el horario. ¿Me lo podrías dejar?
-Claro, no te preocupes -respondí
Y esa primera respuesta ha bastado para 5 años de hermosa amistad.
Tercero de la E.S.O, Casto se convierte en nuestro tutor, y en la clase hay una chica que se sienta con Cecilia, no me habla mucho, y recuerdo que no era ''santo de mi devoción'' pero no sé por qué cuando la fui conociendo, me di cuenta de que una persona tan ''paulatina'' tenía que formar parte de mi círculo de amigas.
Ya en cuarto comenzamos a formar la familia de Humanidades. Carmen, Rocío, Paula, María José, Alicia, Laura, Sandra, Loreto... Algunos, (científicos conversos, véase José Miguel, Cecilia y Natalia) llegarían en Primero de Bachillerato.
Pero ya acabo de llegar a Segundo, el curso importante el definitivo, el que me ha servido, no sé si por eso de tener tantas horas seguidas con Paco en el Departamento, para conoceros mejor y quereros a todos más de los que ya os quería.
Sinceramente este curso ha sido maravilloso, lo he pasado mal con los exámenes, he estado al borde de un ataque de nervios, hemos tenido conflictos... sin embargo, a pesar de todo, ha sido maravilloso.
Comienzo por dar las gracias a Paula y Rocío, porque con vosotras he vivido los mejores momentos, he llorado, he reído, me he enfadado... Porque aquel retiro espiritual, la ''New Tendencia'', pasar las vacaciones en el campo, fue genial. Sí, nos fuimos de retiro espiritual, sin Internet... Pero no duramos ni un día jajajajajaa, le pedimos la contraseña a mi abuelo adoptivo y ¡Tachán! conectadas a tuenti, jajaja. Todo el día encerradas en una casita del campo, cantando con el Singstart, viendo ''pastelones románticos'' (qué guapo Richard Gere en Pretty Woman ¿Verdad? ), volviendo a soñar con películas Disney (Enredados, y Rapunzel con su estado bipolar), mojándonos con una manguera en bañador en medio del césped, y con largas conversaciones tristes, alegres, melancólicas, filosóficas, a la luz de un cielo plagado de estrellas y sin contaminación lumínica... Momentos realmente maravillosos. Y aunque algunas veces nos enfademos, o nos molestemos, sé que es normal, pues tenemos caracteres muy distintos y bastante fuertes. Gracias por todos esos momentos vividos a lo largo de todos estos años, seis años que se me han pasado volando. Por esas risas bajando la cuesta cuando venimos del colegio, por todo, en general, lo vivido en estos bonitos años de amistad...
Tere, teresita mía, ¿qué voy a hacer yo sin esas charlitas entre clase y clase?, sin tu compañía y comprensión. Y sobre todo sin nuestras largas, largas, largas conversaciones telefónicas, en las que estudiamos a la vez que nos reímos de las tonterías, que se nos vienen a la cabeza, fruto de la presión escolar. O esas conversaciones en las que comienzas a contarme cosas sobre biología, química...:
Tere: Alba, ¿tú crees que puedo aplicar la teoría de no sé qué en este ejercicio de biología?
Alba: (se queda pensando si el nombre de la teoría proviene del latín) Pues no sé Tere, como no apliques la tercera declinación griega...
Tere: ¿Qué dices?
Nos miramos mutuamente y comenzamos a reírnos a carcajadas.
Tere, asúmelo, me fui a letras y ahí seguiré toda mi vida, elegí los latinajos y el mundillo clásico y tu elegiste el mundillo de los bichitos (eso engloba Biología, química...)
Por esos absurdos disparates que nos inventamos a veces, o cuando comenzamos a hablar sin sentido. Incluso, cuando Silvia está explicando a Ortega y dice que creó la Revista de Occidente y nos miramos mutuamente diciendo: ''Eso es del ensayo en la Generación del 27, lo hemos estudiado en lengua''. Incluso cuando nos reíamos de Dolores Encarnación del Santísimo Sacramento Estupiñán Otavalo.
Gracias Tere, porque al igual que Rocío o Paula, has aguantado mis lágrimas en momentos difíciles, porque has compartido mis risas, y porque siempre has estado ahí cuando lo he necesitado. Por supuesto nuestras conversaciones telefónicas no tienen desperdicio, hablamos y hablamos, estudiamos, y seguimos hablando, nos preguntamos dudas, nos reímos... y entre Ortega, Los textos periodísticos y las pasivas inglesas y francesas, siempre nos queda tiempo para que Tere, sobre todo, diga ya, desesperada, alguna barbaridad producto de la locura de ciencias. Pongo dos ejemplos:
''Me gustaría ser bacteria para coger un trozo libre de ADN y obtener información'' (para memorizar mejor Biología)
''Me voy a volver un retrovirus y voy a infectar todas las células'' (Consumida por la locura jaja)
¡Grupito! os voy a echar de menos, ahora no voy a saber cuántos días quedan para feria desde Septiembre, porque si María José no está pendiente de eso, nadie lo hace con tanta precisión. Gracias por esas risas en clase, por esa unión que hemos forjado este año y por ese ''abrazo humanidades'' que nos dimos el otro día.
Josemi, cuando sea filóloga ya sabes, me tienes que llamar para vestir a los romanos que vas a hacer cuando te conviertas en un gran artista (aunque ya casi lo eres), gracias por pintarme la hojita de mi cuaderno de traducciones (Alba Fusion Power).
A todos y todas Sandra, Loreto, María José, Carmen, Desiré, Laura, Alicia, Josemi, Natalia (que tiene que resolver esas perdidas de cabeza que me suceden de vez en cuando):
Alba: Natalia, ¿cómo es esa palabra... Esa que se dice cuando explicas algo y quieres hacer la demostración?
Natalia: ¿Ejemplo?
Alba: ¡Sí, eso ejemplo.
Paula, Rocío, Cecilia, y... ¡venga hombre! lo voy a nombrar también, Carral, a ti también, me habéis regalado todos, y todas un curso estupendo, os voy a añorar mucho, y espero que todo os vaya bien siempre. Hemos pasado muy buenos momentos, y hemos reído muchísimo.
Ahora ¿quién va a contarnos esos chistes tan ''peculiares'', sobre niñas que tienen nombres de galletas, una tortuga, un hombre que se olvida del nombre de su mujer....? Porque esta entrada no podía pasar sin hacer mención a Paco, ya que con él y junto a él hemos pasado muchísimas horas en las que nos hemos reído muchísimo, y en las que, sea mencionado su load empresa, nos ha enseñado muchísimo sobre un mundo y una cultura, que si no me equivoco, ahora todos y todas valoramos más. Porque nos ha enseñado los secretos de las palabras. Decididamente será a otra de las personas que echaré muchísimo de menos, porque añoraré sus clases, sus chistes, sus anécdotas, su perfecta percepción del orden... Echaré de menos el Departamento que se ha convertido en nuestra ''segunda casa'', echaré de menos la estantería de la cual Paco saca los libros que obtienen respuesta a todas las preguntas. Los cuadros de Hipatia y Safo que decoran la pared con hermosas inscripciones. Por echar de menos, extrañaré hasta los mapas y posters que decoran las paredes. Es increíble el cariño que se le puede llegar a tomar a un lugar y a todas las personas que están en él.
No podía cerrar esta entrada sin despedirme de mi Dani, que está en ciencias pero tiene alma de humanidades. Dani, sigue escribiendo, y no lo dejes nunca, no te desanimes porque yo sé que puedes hacerlo, ya verás.
Echaré muchísimo de menos el instituto, a los profesores y profesoras que más quiero y que me han enseñado muchísimo, a mis amigos... A todos en general, gracias por estos años y por haberme echo crecer como persona, muchas gracias chicos /as!
No hay comentarios:
Publicar un comentario