Tras un momento, vuelvo a respirar, me besas en la mejilla y mi corazón vuelve a latir, parece que quiere salir de mi pecho. En ese instante ocurre, como ansiado, esperado, deseado y temido. Tus labios se posan suavemente sobre los míos y es entonces cuando despegas del cemento mis zapatos y escapamos los dos volando. Sólo se quedan tu cuerpo y el mío envueltos en este cálido e inocente... Beso
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