Cada hombre tiene un tesoro que lo está esperando
-Paulho Coelho-

sábado, 22 de septiembre de 2012

El canto de una sirena

Cuando oyó lo que ella tuvo que decirle huyó... corrió todo lo lejos que pudo, haciendo que su universo se volviera efímero, pequeño. Se dirigió a la playa, sabía que existía realmente, que la había visto con sus propios ojos. No era un producto de su mente, era real, más real de lo que nadie pudiera imaginarse, sintió su canto la noche de luna llena, y la vio con tal claridad que hasta sus propias manos le parecían una quimera. Subió a lo alto del faro, donde la vio por ver primera. Esperaba a un espectro de la noche, mientras lo juzgaban y lo llamaban loco. De repente surgió con las olas del mar, alta, esbelta, bella, hermosa... surgió como el susurro del viento al atardecer, como los primeros rayos del crepúsculo, como una bocanada de aire en un cuerpo casi inerte... y allí se quedó prendado de su canto, intentando retener aquel segundo en el que la luna y el sol se unían en el silencio de la noche. Su voz penetró una vez más en su corazón, porque, a pesar de ser una imagen fabulosa la amaba, se había enamorado de ella, de un reflejo, de una visión marina. Saltó al vació, intentado atraparla haciéndose parte del abrazo de las olas, pues, ¿quien se resistiría al canto de una sirena?...

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Concierto para cuarteto de cuerda, y el recuerdo de Beethoven, bajo los preludios de Bach

Hace unos días que estoy inmersa en la lectura apasionante de un libro verdaderamente maravilloso, lleno de humanidad, amor, desesperación, locura, felicidad... El Solista del prestigioso columnista estadounidense Steve López. Es una historia real, vivida en la propia piel del autor.
Steve es un columnista del periódico Los Ángeles Times, se inspira en las cosas cotidianas, del día a día, para dar forma a sus columnas y escritos con los que va desde las denuncias sociales, políticas... hasta los aspectos más simples de la vida. En uno de sus paseos en busca de historias que contar, se encuentra con Nathaniel Ayers, un hombre de mediana edad, negro, vagabundo, que toca un violín de solo dos cuerdas bajo la estatua del gran Beethoven. Esta imagen impresiona a López que, sin saber muy bien cómo, pasa de escribir unas columnas sobre este portento de hombre, a intentar ayudarlo a salir adelante.
Nathaniel no es solo un vagabundo, fue un chico que consiguió plaza en el prestigioso conservatorio The Juilliard School (enlace para obtener información de esta escuela), tocaba el violonchelo y aprendió por su cuenta a tocar el violín y otros instrumentos más... resumiendo, un auténtico genio. Sin embargo su genialidad dio paso a una grave esquizofrenia que le obligó a irse de Juilliard, desde entonces, y desde que su madre murió, vivió en la calle, en la más absoluta pobreza, con la única posesión de un viejo carro de la compra donde guardaba el violín, de dos cuerdas que compró en una tienda de música, cuando accedió al conservatorio. Steve intenta por todos los medios convencerlo para que entre en un centro y pueda acceder a comida, alojamiento, tratamiento... pero él se niega completamente, diciendo que si Beethoven está en la calle, en forma de estatua y preside un parque de los Ángeles, le hará compañía.
Juntos ven el ensayo de una orquesta, gracias a sus columnas Nathaniel recibe un violín y un chelo nuevos, como donativo de un empresario.
No obstante todos los intentos de Steve por lograrle un techo y medicación son inútiles porque él se niega. Y me pregunto, ¿por qué se niega?, ¿está tan loco como para no darse cuenta de que necesita ayuda?, ¿es consciente de lo que le pasa? Pues bien, en los raudales de su locura, y el agitado océano de su mente plagado de olas que desestabilizan su cabeza, sí, es perfectamente consciente de que tiene una deficiencia mental, y de que, por supuesto, necesita ayuda. Cada vez que abre la boca no es más que para decir cosas absurdas, comienza por desacreditar a la policía y el alcalde de los ángeles, y acaba bendiciendo a la esposa de Walt Disney por donar millones de dolares para la construcción de Walt Disney Concert Hall, una sala de conciertos del centro de los Ángeles. Pero en él solo existen dos preocupaciones, la música y su reciente amigo, Steve López.
A pesar de su enfermedad, su mente es una caja fuerte llena de secretos y recuerdos, llena de música, de historia, de partituras... es capaz de recordar las seis Suites para chelo de Bach, miles de pentagramas, con complicadísimos glissandos, cambios de tempo, semicorcheas... de una obra que dura, exactamente, dos horas, diez minutos y veinte y nueve segundos.
Se sumerge en el sonido del chelo, del violín, cuando está flotando en un universo construido solo de notas musicales, claves de fa, y hermosos conciertos, desaparece la esquizofrenia. Cierra los ojos, entrega su alma a Beethoven, y pone su corazón en cada nota que desprenden las cuerdas de su instrumento. Cuando termina de tocar, el mismo Steve, reconoce que es otro, está relajado y se puede hablar con él con total normalidad. Me vuelvo a preguntar, ¿eso es locura?, ¿puede la esquizofrenia crear fantasmas y visiones en su mente, y no eliminar ningún pentagrama, ni el más insignificante silencio?, ¿es Nathaniel un loco, o una mente tan maravillosa que es imposible que se adapte al mundo en el que vivimos?, ¿era Beethoven también un loco?, según dijo un alumno suyo, no, no estaba loco, solo era demasiado inteligente y especial para este mundo. ¿Es Nathaniel un caso así?
La verdad es que esta historia me ha impresionado bastante, por otro lado, yo soy muy fácil de impresionar, simplemente aquello que no conozco y me resulta tan maravilloso como complicado, ya capta toda mi atención. Cuando pienso que quizás este talentoso vagabundo es una persona dentro de una mente demasiado maravillosa, me vienen a la cabeza miles de grandes sabios, estudiosos, y artistas de todas las épocas. Volviendo a Beethoven, se dice que siempre tuvo un carácter complicado, la sordera fue ya la gota que colmó el vaso, porque solo la música calmaba su agitada mente, y cuando dejó de oírla se encerró completamente en sí mismo. Bach, otro de los grandes, se quedó ciego y tras una operación sin éxito murió de apoplejía... Podría continuar, pero no se trata de mostrar la mala suerte que tienen las mentes prodigiosas, se trata de resaltar ese rasgo que las hace prodigiosas, se trata de intentar comprender si Nathaniel era un loco, o simplemente su mente no funcionaba como tal porque no estaba preparado para su entorno.
Muchas veces me cuestiono a mí misma por qué a todos estos genios se les ha colgado la locura de un cartel en la frente. ¿Era un loco Sócrates por decir que un daimon le explicaba la diferencia entre el Bien y el Mal?, ¿verdaderamente Platón creía que existía la Caverna?... Precisamente esa caverna es la que nos hace no ser conscientes de las pequeñas cosas, de valorar simplemente lo que nos ofrece "la caja tonta" sin pensar que, tal vez, sea más importante observar lo que nos rodea que la última "gran hazaña" de Belén Esteban... quizás estas mentes maravillosas sean las que se fijen en las pequeñas cosas y den solución y respuesta a todo un universo plagado de preguntas. Tal vez sean las mentes especiales las que, con esas cosas insignificantes, den todo un sentido a su vida. Quizá dentro de la locura, Nathaniel halle el consuelo en la música, y sea ese firmamento de melodías y cadencias lo que lo haga formar parte de un mundo que, tal vez, este mucho más loco que él. Puede que esta entrada parezca una tontería, pero lo que Steve consiguió con Nathaniel... es mucho más grande de lo que parece, pues consiguió que lo quisiera y lo adorara como a un hermano, sin cambiar su portentosa forma de ser, López descubrió la madurez, sensibilidad y amor que este guardaba en su interior...

"Cuando no se puede corregir algo, lo mejor es saberlo sufrir"
Séneca


Esta historia de superación y aprendizaje fue llevada al cine por  Joe Wright y protagonizada por Jamie Foxx y Robert Downey, Jr



Embriagada...

Como una copa de vino, imaginando tu regreso y huyendo de tu ausencia... como mi amor...

lunes, 10 de septiembre de 2012

Butterfly

Volar como una mariposa, llena de gracia y de alegría, empapar el cielo con el reflejo de mis colores, ser la que pose sus alas en la flor de tu joven primavera. Y seguir volando sin temer a que el invierno congele tu aliento incidiendo sobre el mío...

sábado, 8 de septiembre de 2012

Miedo...

¿A qué?, ¿qué es el miedo realmente?, ¿una respuesta biológica o psíquica hacia lo desconocido? Todos sentimos miedo alguna vez, a lo que no conocemos... muchas veces ese temor nos bloquea, nos hace caer en un abismo de irracionalidad absoluta, incluso nos hace odiar y sentirnos abatidos con nosotros mismos... pero no, yo no quiero sentir miedo, es algo casi inevitable, pero no quiero sentirlo... quiero ser como una flor que se cae al agua y que la marea me lleve, aunque tenga que soportar ventiscas y tempestades, pero ahora, más que nunca me siento viva... ¿cómo deshacernos de ese miedo?... Hablando... aunque me quede sin voz... no pienso dejar que las olas me hundan, y si me hunden, saldré a flote. Tengo ganas de empezar esta nueva etapa, con sus ventiscas y sus días iluminados por el sol más radiante que haya visto nunca jamás...



Habla, no te quedes sin voz...