Cada hombre tiene un tesoro que lo está esperando
-Paulho Coelho-

jueves, 13 de noviembre de 2014

El sabio Cervantes

"—La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. Digo esto, Sancho, porque bien has visto el regalo, la abundancia que en este castillo que dejamos hemos tenido; pues en mitad de aquellos banquetes sazonados y de aquellas bebidas de nieve me parecía a mí que estaba metido entre las estrechezas de la hambre, porque no lo gozaba con la libertad que lo gozara si fueran míos, que las obligaciones de las recompensas de los beneficios y mercedes recibidas son ataduras que no dejan campear al ánimo libre. ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan sin que le quede obligación de agradecerlo a otro que al mismo cielo!"
Don Quijote de la Mancha, cap. LVIII. Miguel de Cervantes Saavedra

jueves, 6 de noviembre de 2014

De Homero a Matt Groening


Mucha gente puede oír el nombre de Matt Groening y saber perfectamente quién es, no obstante si aclaramos la frase diciendo: Matt Groening, creador de los Simpsons, ya no cabe ninguna duda. Y es que todos nos hemos dejado cautivar por esta simpática familia amarilla que cada día reúne a miles de espectadores en las pantallas televisivas. Desde muy pequeña soy fan incondicional de la serie (sí, querid@ lector@, yo soy de esas personas que ven los capítulos repetidos hasta la saciedad y se sigue riendo de los mismos chistes, a pesar de que ya se los sabe casi de memoria) Siempre me ha llamado la atención la figura de Marge, paciente como ninguna otra persona, de Bart, el gran travieso de la televisión, después de Daniel que traía de cabeza al señor Wilson (por cierto, historia parodiada por nuestros personajes en algún capítulo), de Lisa, lista y perspicaz como nadie y de Homer, cuya figura es interesante a la vez que estresante. 
Por esas geniales aventuras, el humor inteligente, y los grandes argumentos que tenían (y tienen) muchos capítulos, siempre he considerado a Groening como un hombre bastante culto, sin embargo, cuando una crece y va adquiriendo algo más de conocimiento, se da cuenta de las grandes reminiscencias y guiños al mundo clásico que hace el dibujante americano, moviéndose entre la parodia y la cultura griega y latina. Sin ir más lejos, el nombre del personaje principal, "Homer" o lo que es lo mismo, Homero. Homero fue el poeta que dio forma a las famosas Ilíada y Odisea. A mi entender, el nombre no está elegido por casualidad, la vida de Homer Simpsons es en sí una auténtica Odisea y su existencia es ficticia (obviamente, la familia amarilla no es real) algo que se postula muchísimas veces sobre el poeta griego. Pero, vamos a mirar de cerca alguno de los capítulos más significativos de esta serie. En la temporada número 7, capítulo Treehouse of horror VI (casa-árbol del terror 7), Willie, el jardinero, muere quemado durante una reunión del colegio y jura vengarse de todos los padres a través de sus hijos mientras duermen, es decir, entrando en sus sueños. Comienza así una parodia al famoso personaje de Freddy Krueger que toma la forma del jardinero escocés. No obstante, lo más significativo (y lo que más gracia me hace) es el sueño que tiene Martin Prince cuando acaba un examen y se pone a dormir. En este sueño aparece ataviado con una capa y un gorro de mago, mientras repite: "Soy el maravilloso mago del latín, el derviche de las declinaciones y de las conjugaciones, poseo un millón de puntos y un máximo carisma, ¡ajá! morire, morir, morit, él, ella o ello muere..." y justo aquí aparece Willie con un rastrillo en mano, respondiéndole: "Moris, tú mueres" Exceptuando esa forma de infinitivo del verbo "morir" latino, que no existe (sería "morior"), la conjugación que ambos ofrecen del verbo (morit, y moris) es correcta. ¿Casualidad? Puede ser, pero les ha salido bien. Yo opto porque no sea una simple casualidad, en el sueño, Martin dice todo esto frente a una pizarra que está llena de formas verbales latinas como "prosum, profui, prodesse" o "amandum, memini, veretur" que corresponden a verbos latinos correctos, la conjugación no es inventada.
En la temporada 20, capítulo Adiós, Maggie, adiós, Homer tiene una disyuntiva, debe cruzar el río en una barca con su bebé, el perro y un tarro de veneno, en dicha embarcación no caben todos, así que decide cruzar primero con Maggie, dejarla en la otra orilla y volver a por el perro y el tarro de veneno. A la pequeña la deja en la puerta de una iglesia católica mientras la observa metido en la barca para recoger al animal, la puerta de la iglesia se abre y una monja que ve a la criatura allí sola, la toma por una niña huérfana. Homer confía en Lisa para salvar a la pequeña y esta se infiltra en el convento para rescatar a su hermana. Allí descubre el misterio de la joya divina, "un símbolo cristiano" que, si no recuerdo mal, atribuyen a Santa Teresa y que traerá la paz al mundo. Lisa llega a él mediante varios enigmas y uno de ellos está en latín: "Quaerite deum in corde et anima" que parece ser una "modificación" del salmo 68: "Quaerite deum et vivet anima vestra" Lisa, en la versión castellana, traduce su frase como: busca a Dios con el corazón y el alma
Y ya que hablamos de temas religiosos, podemos irnos a la temporada 16, capítulo El padre, el hijo y la santa estrella invitada. Aquí, se traslada a Bart, por su mal comportamiento, a un colegio católico. Mientras cenan, el chico bendice la mesa en latín, Homer se extraña y pregunta qué está diciendo, Lisa responde: Es latín, papá, la lengua de Plutarco. A lo que Homer contesta: ¿El perro de Micky Mouse?, y ella replica indignada: ¡No, Plutarco!, relató las vidas de los emperadores romanos. 
A parte del juego fonético que pretenden hacer entre Plutarco y Pluto, la información que da Lisa es correcta, Plutarco escribió Vidas paralelas aunque en ellas también relataba las vidas de algunos griegos ilustres, como Alejando Magno.
Uno de mis episodios favoritos es el de la temporada 16, Gracias a Dios que es el día del juicio final. Aquí Homer ve una película sobre el fin del mundo y se obsesiona con que el rapto (el apocalipsis) llegará en cualquier momento. Después de muchos intentos fallidos, de repetir profecías muy graciosa e interpretar señales desternillantes, por fin llega el famoso rapto. No obstante, como nadie le ha hecho caso, Homer es el único que va al cielo y allí ve como su familia sufre por no haber creído sus palabras. Para intentar remediarlo, va a ver a Dios y le pide que retrase el juicio final, tras hacer alguna que otra trastada, Dios cede. No obstante, lo curioso es que no dice: hágase o así sea u otras fórmulas atribuidas a Dios en la Biblia, por el contrario, con voz solemne, proclama: Deus ex machina. Considero que Groening es lo suficientemente inteligente como para haber acordado, junto a sus guionistas, utilizar esta frase. Este era el procedimiento mediante el cual, en el teatro griego, una deidad entraba en escena y solucionaba un conflicto de terribles consecuencias. Es exactamente el papel de Dios en este episodio, actúa como una divinidad griega y pone fin al conflicto. 
El limonero de Troya. Este episodio (temporada 6) es absolutamente magnífico, lo he podido ver como unas trescientas veces y no me cansaré nunca. En él, llevan a cabo una alusión directa (y magistral) de la Ilíada de Homero: Los habitantes de Sprinfield poseen un preciado limonero que da los mejores limones del lugar. Sus vecinos, los habitantes de Shelbyville roban el árbol y Bart decide recuperarlo con la ayuda de sus amigos. Para empezar el limonero es una clara personificación de Helena de Troya, es hermoso, bello, y los limones brillan atrayendo con su luz a cualquiera que se acerque a ellos. El limonero es escondido en el deposito de la grúa municipal que, curiosamente, está rodeado por murallas (como la ciudad de Troya) y estas son infranqueables. Para entrar allí y recuperar su limonero, los chicos tienen que esconderse dentro de una furgoneta que dejan aparcada durante horas frente a la puerta del hospital. Consiguen entrar y recuperan el árbol. 
Pues, sí, esta escena es la del Caballo de Troya, algo modernizada, porque son los propios habitantes de Shelbyville, los que se llevan la furgoneta "abandonada" y la introducen dentro del depósito de la grúa (tal y como los Aqueos entraron en la ciudad troyana).
Ejemplos como estos abundan en muchos de los capítulos de los Simpsons, se me viene a la cabeza, uno en concreto, titulado Historias de dominio público. Aquí se hace una parodia completa a la Odisea, Homer toma el papel de Odiseo, (Ulises) y Marge el de su fiel Penélope. Lo curioso no es la historia en sí, que es chistosa y muy divertida, sino los personajes que, por ejemplo, imitan a los dioses del Olimpo: Barnie, el borracho del pueblo, es Baco. El alcalde, Joe Quimby, es Zeus (y se podría pensar que le dan ese papel por ser el "mandamás" de Sprinfield, pero creo que hay razones mucho más poderosas para que Joe sea Zeus. No olvidemos sus constantes aventuras extraconyugales con cualquier ser femenino de largas piernas y pecho exuberante, y la malísima relación que guarda con su esposa. Zeus era el Juan Tenorio griego (como Quimby) y la relación que guardaba con su esposa queda muy lejos de la preciosa estampa familiar que nos mostraba Disney en la película animada Hércules). Y el capitán Horatio MacCallister es, como no, Posidón. 
El Dios del mar ha salido más de una vez en los Simpsons, en aquel capítulo que parodiaba la película de La tormenta perfecta, Homer hace una especie de ruego al dios para que cese la lluvia diciendo: Los antiguos griegos te llamaron Posidón y los romanos... Aquaman.
Los guionistas que dan vida a las peripecias de la familia amarilla hacen continuas alusiones al mundo clásico y dejan al espectador que capte los chistes e interprete las situaciones que viven cada uno de los personajes. 
Sin ni siquiera ser del todo conscientes, estamos rodeados de símbolos que nos han llegado desde Grecia y Roma, vivimos siguiendo tópicos y sentencias que nos han transmitido nuestros antepasados clásicos y todas nuestras manifestaciones culturales (cine, teatro, literatura...) son el resultado de un continuo replanteamiento de lo que ya hacían Griegos y Romanos. 
Como "proyecto de filóloga clásica" que aún sigo siendo, os remito a un precioso artículo escrito por el profesor Cristóbal Barea Torres, en el que me he basado para esta entrada, que ha estudiado con todo detalle todas las manifestaciones clásicas que podemos encontrar en los Simpsons. Con esto, quizás podamos valorar un poquito más todo el saber de nuestros antepasados que hemos conservado y que aún seguimos usando, y quizás podamos entender mejor el mundo que nos rodea, pues sea en una serie animada o sea en un libro, la cultura clásica es maravillosa, sigue viva y nos ayuda a comprendernos un poco mejor.

jueves, 23 de octubre de 2014

Meditaciones

"Al despuntar la aurora, hazte estas consideraciones previas: me encontraré con un indiscreto, un ingrato, un insolente, un mentiroso, un envidioso, un insociable. Todo eso les acontece por ignorancia de los bienes y de los males. Pero yo, que he observado que la naturaleza del bien es lo bello, y que la del mal es lo vergonzoso, y que la naturaleza del pecador mismo es pariente de la mía, porque participa, no de la misma sangre o de la misma semilla, sino de la inteligencia y de una porción de la divinidad, no puedo recibir daño de ninguno de ellos, pues ninguno me cubrirá de vergüenza; ni puedo enfadarme con mi pariente ni odiarle. Pues hemos nacido para colaborar, al igual que los pies, las manos, los párpados, las hileras de dientes, superiores e inferiores. Obrar, pues, como adversarios los unos de los otros es contrario a la naturaleza. Y es actuar como adversario el hecho de manifestar indignación y repulsa"

Meditaciones - Marco Aurelio

sábado, 18 de octubre de 2014

Adhuc stantes

Los pasillos de mi instituto siempre han tenido una historia, desde el paso de una reina española hasta el helado hálito de un fantasma, o al menos eso dicen, yo personalmente jamás lo vi o noté ningún tipo de presencia esotérica.
Recuerdo que cuando entré allí por primera vez, mis ojos se fijaron directamente en el testigo de la muralla de mi ciudad que se "esconde" en el interior de sus puertas, fue algo que me hizo sonreír y quizá también fue la razón por la cuál respiré con un poco menos de dificultad. Cuando traspasé las puertas de ese centro que sería mi segunda casa durante seis años más, yo tenía once años, en agosto cumplía los doce, la edad del cambio. Estaba nerviosa porque todo el mundo solía decir aquello de:
- ¡Ya tienes once años! Entonces irás al instituto. Es un cambio muy grande, a los chicos que vienen del colegio les suele ir regular...

En ese momento, yo deseaba no encontrarme a nadie más por la calle, se me hacía un nudo en el estómago y me preguntaba por qué todo el mundo me decía lo mismo. 
Con esa triste imagen en la cabeza, traspasé las puertas de aquel centro. Recuerdo haber desviado mi vista hasta la pequeña puertecita que conecta la planta baja del mismo con el patio, me acerqué lentamente hasta los cristales, a ver qué podía observar, y si mi memoria no me falla las enredaderas que cubren la fachada interior del llamado (algo desafortunadamente) "patio de los locos" estaban en flor, como lo estarían siempre a principio y final de curso. Seguí a mi madre hasta otra puerta que llevaba a un pasillo iluminado con la luz blanquísima de una bombilla, allí dos puertas más esperaban para recibir a cuántos nuevos alumnos (o alumnos castigados) necesitaran algún tipo de ayuda. A la primera persona, profesora del centro, que vi por primera vez, fue a la actual directora. 
Muchos años han pasado ya, pero lo sigo recordando como el primer día, no dejaría en mucho tiempo de recorrer la gran escalera roja, o de perderme por aquel pasillo interior situado encima del claustro (aquel que lleva al salón de actos). 
Pues ayer fue su cumpleaños... sí, veinticinco años. Mi instituto tuvo la fortuna de cumplir sus "bodas de plata" y yo, acompañada de unas amigas, fui a soplar las velas. 
No obstante, a pesar de que hace ya tres años que no soy alumna del centro, entre discursos, notas musicales, el aroma del vino y las enredaderas en flor, me sentí como no hacía tanto, como una niña algo cohibida por su primer día de instituto, como una adolescente que había crecido entre aquellas paredes y como una chica que era asidua visitante. Y aquello, inevitablemente, me llevó al recuerdo, por mi memoria pasaron profesores y profesoras que habían sabido inculcarme su pasión por las asignaturas que impartían, compañeros y compañeras con los que había disfrutado muchísimo de charlas en el gimnasio o sentados en el bordillo de la fuente del patio, del test de Cooper que tantas veces me había hecho correr rodeando las columnas del claustro, las escaleras que casi todas las mañanas me llevaban a mi departamento de latín y griego en el que tantos buenos momentos pasé y aprendí cosas maravillosas... en fin, cada rincón del instituto pasó por mi mente, cada recóndito lugar por el que había estado... ¡cuánta añoranza! Sin embargo, esa nostalgia me llevó a estar feliz y a darme cuenta de todo lo que había pasado desde que hecha una niña comencé allí mis estudios hasta que los acabé, ya no tan niña, con una banda azul rodeándome los hombros. 
A ese centro, le debo muchas cosas, a esas paredes les debo la complicidad con los amigos, los primeros amores, los círculos cromáticos que repetí hasta la saciedad, las risas, los llantos... a ese lugar le debo, sobre todo, mi crecimiento como persona, mis ansias de aprender. Yo no sé si entre los alumnos convive el famoso fantasma (nunca tuve la ocasión de toparme con él) pero lo que sí sé es que ese centro vive, porque, como el corazón al cuerpo, muchísimos profesores y profesoras se han encargado de "bombear" la sangre que le da vida. Ellos son los que pacientemente guían a los alumnos hacia el aprendizaje, los que plantan en ellos una pequeña semilla que, en menor o mayor medida, crece, siempre crece, dando forma a un frondoso árbol o a un arbusto, pero siempre da sus frutos. 
Allí aprendí a amar la literatura y la fuerza de las mujeres con un cielo de mujer, creativa y apasionada. Allí me enteré de que existían los bocadillos de lentejas, "jóvenes y jóvenas", allí aprendí a mirar con detalle cada rincón de mi ciudad en busca de un pequeño "putti" o de retales de mitología, y eso que aquel profesor nunca me dio clase, pero supongo que ahí está la magia de la enseñanza. En ese lugar, aprendí a cantar, con dos maravillosas voces, los poemas del caminante que no tiene camino y de gitanos persiguiendo el brillo de la luna o de palmeras levantinas y "Alfonsinas" que se funden con el mar... fue allí donde Nietzsche me susurró que era dinamita (y lo más importante, aprendí a escribir su nombre que eso es una proeza, ya no pienso si la "t" va antes de la "z" o si la "s" se enredaba con la "e") o dudé de todo, hasta de la existencia de Descartes. En ese lugar aprendí inglés dividiendo mi cuaderno en tres partes, "gramática, ejercicios y vocabulario" y deseé durante cuatro años seguidos que ella me volviera a dar clase y no pudo ser, pero siempre nos quedaban los proyectos "desintegrados", no obstante, otros tres profesores más se encargarían de esa misma tarea con muy acertado tino. Allí dos "pilares" me enseñaron con diversión el mundo de las matemáticas. Allí me dejé llevar por la musicalidad de la lengua del amor... allí una divertidísima profesora me haría enamorarme de la biología, pero ni su alegre "señoreees..." me impediría acabar con mis amadas letras. También tuve un "cruel" desencanto con la física, aunque el acertado manejo de compás, escuadra y cartabón suplió mis equívocos con la tabla periódica (no obstante, un buen profesor supo muy bien ayudarme con ese tema), y cómo no, aquellos relojes en la esquina superior derecha de la pizarra que indicaban que nos íbamos a quedar un ratito más en clase por ser niños dóciles y buenos como ningunos. En aquel lugar, aprendí historia, contemporánea con diapositivas que tenían fotos y mapas, con retos de encontrar algún hecho histórico y ver quién se lo enviaba primero a nuestro profesor, con maravillosos apuntes acompañados de un "bon appetit", y española siempre yendo y viniendo hacia el mundo fascinante del flamenco. Allí, aprendí a fascinarme con la historia del arte de la mano de un personaje realmente divertido. En ese lugar, encontré mi vocación. Después de siempre decir: seré profesora de lengua y literatura, se me cambiaron todos los esquemas. Supongo que las "lenguas madres" me estaban esperando, supongo que sería una predestinación divina o una conjuración de astros que supo poner a aquel profesor en mi camino en el momento preciso y en el lugar indicado, supongo que sería el "latín por la jeró" o el " latín, si Dios quiere" el que marcaría mi camino. Y en aquel departamento aprendí... a ordenarme la cabeza, algo importante, pero sobre todo a crecer como persona, a creer en mi misma, a no enfadarme tanto cuando las cosas no me salen bien (¡mentira!, aún sigo enfadándome muchísimo), bueno por lo menos intento no hacerlo... Sí, allí aprendí mucho. Allí hice grandes amigos que aún perduran, pasé los mejores años de mi adolescencia y comprendí cuán hermosa era la vida y cuántas oportunidades nos ofrece. De allí me fui con maestros que se convirtieron en amigos, en segundas figuras paternales. 
Este escrito es para darles las gracias a todos aquellos maestros y maestras que han sabido y saben creer en sus alumnos, que han sabido enseñarles a regar su propia semilla para hacer que el árbol crezca más sano y rebosante de vida que nunca. Este escrito es para agradecer la dedicación y el esfuerzo de todos los profesores. Este no es el cumpleaños del instituto como edificio, es el cumpleaños de ese corazón que late, de todos y cada uno de esos docentes que han pasado por la puerta del instituto y han dejado en él algo de ellos mismos. Por ellos nuestro centro está "Adhuc stantes", todavía en pie. 
En particular, a todos los docentes del instituto de enseñanza secundaría Santa Isabel de Hungría en Jerez de la frontera, les doy las gracias por haberme dado ese impulso, por haber puesto a mi alcance conocimientos realmente maravillosos. Les doy las gracias a ellos y a los profesores que ya, desgraciadamente, no están entre nosotros, porque hacen que, cada día, la educación siga siendo un derecho, porque a pesar de la difícil situación actual siguen adelante y siguen amando su trabajo sin decaer en esa batalla de todos los días en las aulas. Esta humilde alumna os pide que nunca decaigáis, que ni siquiera puedo imaginarme cuán difícil debe ser muchas veces pero que sin vosotros no tendría lugar, sin vosotros el cambio no sería posible y aunque sea complicado, conseguís muchísimo. Mil gracias porque con todos y cada uno de vosotros y vosotras aprendí a vivir. Seguid llevando a cada alumno o alumna a su Ítaca.  
Educar es lo mismo
que poner motor a una barca…
hay que medir, pesar, equilibrar…
… y poner todo en marcha.

Para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.

Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.

Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera
enarbolada.

Gabriel Celaya. 

viernes, 15 de agosto de 2014

El rincón del poeta: No te detengas

A veces cuando el sol se pone y llega la noche con su oscuro abrazo, decaemos. Parece que la vida pasa por delante de tus ojos sin apenas detenerse, quizás "carpe diem" carezca de significado, o tal vez el "progreso" sea una triste quimera, un hálito desesperado o una profunda ilusión. Pero, mientras la naturaleza siga su curso y las palabras no abandonen el corazón del hombre, todo tendrá significado.
Al igual que fluyen los ríos y que brotan las flores, lo que nos identifica como seres humanos, la humanidad y el raciocinio, se abren paso entre los frondosos y sombríos matorrales, decae la desidia y se alza vigorosa el alma del poeta, la belleza de la vida... la sonrisa de la literatura. Porque nunca fue más fuerte el marcado surco de una palabra que invade los resquicios de un papel en blanco, porque la vida sin alma, sin pasión, sin ilusión, sin amor, sin libertad... no es vida. Es el corazón el que late bombeando nuestra sangre, es el oxígeno lo que nos ayuda a respirar, son nuestro sentidos los que nos hacen comprobar que estamos vivos... pero es la literatura la que nos hace soñar. Por eso cada momento desperdiciado sin contemplar todo lo que tenemos, nos aleja de la felicidad y entonces... dejamos de vivir. Sueña, ama, goza, sé libre y recuerda: "El día de hoy no se volverá a repetir. Vive intensamente cada instante, lo que no significa alocadamente; sino mimando cada situación, escuchando a cada compañero, intentando realizar cada sueño positivo, buscando el éxito del otro; y examinándote de la asignatura fundamental: el amor. Para que un día no lamentes haber malgastado egoístamente tu capacidad de amar y dar vida...(Robin Williams como el profesor John Keating, El club de los poetas muertos) 
Y solo así hallaremos el verdadero "CARPE DIEM"

NO TE DETENGAS

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,

sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...
Walt Whitman (1819-1892)

miércoles, 2 de julio de 2014

Érase una vez...

Hola a todo@s:
Anoche me dieron una alegría, estoy muy contenta porque un microcuento mío ha sido seleccionado para formar parte de una antología que llevará el título: Érase una vez... un microcuento II. 
Así que bueno, quería hacer un poquito de propaganda, pues creo que puede resultar ser un libro muy bonito en el que diversas personas hemos volcado un pedacito de nosotros mismos. Es un proyecto lleno de ilusión.
No sé muy bien qué temática tendrán los demás relatos, porque el concurso no especificaba un tema concreto. Sí puedo hablar del que presenté: se llama El Escritor y en cinco líneas intento mostrar ese amor por la literatura que muchos tenemos y la unión tan sublime que puede llegar a existir entre la misma y un escritor, por supuesto, tuve en menté, al escribirlo, el precioso poema de Juan Ramón Jiménez y en esas cinco líneas hay un pequeño "guiño-homenaje" al poeta onubense.
Si alguien está interesado, pongo aquí la página en la que puede comprarse, espero que os guste mucho y disfrutéis de cada uno de los cuentos que forman parte de esta antología.
¡Disfrutad del verano!

ÉRASE UNA VEZ... UN MICROCUENTO 2 (enlace de compra)


domingo, 29 de junio de 2014

De los sueños

Otro año más. Otra experiencia más que cierra su capítulo para dar paso a una nueva. Sin embargo a mí me sigue pareciendo mentira que el tiempo corra tan deprisa, que yo apenas sea consciente de los cambios que se producen. Y es que cuando veía el instituto como algo muy lejano, llegó. Cuando creí que el bachillerato se encontraba a miles de kilómetros de mí, llegó. Y cuando creí que la facultad estaba a años luz del bachillerato, llegó; ya estoy en segundo de carrera... corrijo, ya voy a tercero. Aún me parece que fue ayer cuando me levantaba a las 7 de la mañana para ir al instituto, las cosas no han cambiado demasiado, bueno, me levanto a las seis y cojo un tren... todas las asignaturas me gustan (aunque haya alguna más pesada que otra), estoy feliz con lo que hago... soy un poquito más mayor. 
En la facultad he descubierto muchas cosas y he decidido fijarme muchas metas que pienso cumplir en un plazo mayor o menor de tiempo. 
Las metas, esa palabra es muy curiosa (no solo porque fuera una parte del circo romano) sino porque dentro de esas diferencias tan grandes que muchos ven entre cada uno de los seres humanos, resulta que esto es motivo para desmentir ese mito: todos tenemos metas en la vida. Aquellas promesas que nos hacemos a nosotros mismo con el deseo y la esperanza de que se cumplirán algún día y con la fuerza y la pasión suficientes para cumplirlas. Las metas nos hacen soñar es algo así como... volar, dejamos volar nuestra mente para fijarnos objetivos y conseguir ser así un poco más felices, como decía un amigo: "desde luego, no hay nada mejor que echar alas. ¿Quién lo dijo? Un griego seguro"
A mí me gustan mucho las metas, porque creo que si se piensan con el corazón, pueden hacer del ser humano un ente maravilloso, en ese sentido soy muy "Sofoclea" (esta palabra existe, aunque yo creyera que no), y creo en las capacidades del ser humano para hacer de este mundo un lugar mejor o de lograr hechos increíbles. Por eso, siempre que hablo de los objetivos me viene a la cabeza Heinrich Schliemann. No voy a contar su vida, no me gusta robarle visitas a Wikipedia pero sí diré que provenía de una familia muy humilde y que sus objetivos lo llevaron a luchar por lo que creía. 
A Schliemann le pasaba como a Antonio Machado: ¡Ah, cuando yo era niño, soñaba con los héroes de la Ilíada!. 
Su padre siempre le habla de estos héroes y él imaginaba en su cabeza cada pequeño detalle de aquellos hombres que destruyeron una ciudad por la belleza de una mujer. Así que se prometió a sí mismo que descubriría Troya y que con ella, reviviría a Homero. 
No pudo más que abrir un pequeño negocio con el que se enriqueció y se costeó un viaje a Grecia. Allí conoció a una joven de diecisiete años, Sophia Engastromenos con la que contrajo matrimonio, convirtiéndose así en su gran compañera de viaje. Tras conseguir un buen apoyo económico, se puso manos a la obra y con los textos de Homero en mano, se propuso lograr lo que un día prometió: la razón de sus sueños. Encontró el famoso Tesoro de Atreo, encontró restos de una ciudad micénica y encontró... Troya. La lástima es que encontró solo una capa, es decir, una edificación que no correspondía al tiempo de Homero, pero aquel era el emplazamiento y hasta hoy nadie ha podido rebatirlo, es decir, que logró cumplir su sueño. 
Así que yo, al igual que Schliemann, he decidido fijar algunas metas o más bien reforzar las que ya tenía para conseguir aquello que me hará ser una persona muy feliz. Por lo pronto tengo que terminar esta preciosa carrera en la que estoy sumergida, esa que me hace cada día aprender tantas cosas, que me hace feliz, que me enseña a equivocarme y seguir intentándolo, aquella misma que me muestra lo que ya me decían: no hemos inventado nada. Esa que me da tantas satisfacciones cuando descubro que cada día sé un poquito más y me queda tantísimo por aprender. Esa misma que me ha hecho íntima amiga de Platón, Sócrates, Cicerón, Safo... en fin, vida, sería la palabra más adecuada, la que me da, al fin y al cabo, vida y me hace ver que se puede cambiar el mundo siempre para bien. 
Por eso intentaré cumplir todo lo que me proponga y de momento le digo a tercero de carrera que lo espero con mucho ánimo y ganas, a ver si conseguimos subir la escarpada cuesta que nos saque a todos de esta caverna en la que nos quieren sumergir. 
Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir siempre.
Mahatma Gandhi

miércoles, 28 de mayo de 2014

La voz en susurros

"En susurros mi voz cálida te dice una palabra. Muy despacio, muy lentamente, cada sílaba se pronuncia en mis labios y se manifiesta en una cadencia perfecta de dulces acordes. Muy lentamente... mi voz recrea mi aliento sobre tu cuerpo, mis manos acariciando tus senos... y mi llanto llora tu ausencia, con el alma de un poeta perdido entre los confines de este mundo ahogado en el ruido, cuya palabra me resulta indescifrable..." (Fragmento de Alba Sánchez Guerrero)

Voz: Rafael Turia
De su proyecto: Material Sensible 

domingo, 25 de mayo de 2014

La historia y su testigo

Recordad que el secreto de la felicidad está en la libertad, y el secreto de la libertad, en el coraje.
Tucídides


viernes, 2 de mayo de 2014

Con mil libros, el corazón y la mente abierta

Decía Gabriel García Márquez que "recordar es fácil para el que tiene memoria. Olvidar es difícil para el que tiene corazón". Creo que eso es precisamente lo que pasará con su persona, jamás será olvidada. Sé que es tarde ya para dedicarle unas palabras de duelo al gran genio de la literatura hispanoamericana pero jamás es demasiado tarde para recordar a alguien desde el cariño, y es que como otros muchos, "Gabo" se va dejando un gran legado. Puede que para muchos su obra no sea gran cosa o prefieran a otros grandes de este género, como Isabel Allende, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa... o infinidad de nombres que pueden desfilar por nuestras cabezas cuando pensamos en Hispanoamérica y su cultura literaria. Sin embargo, a mí, García Márquez me ha regalado no solo las páginas que contenían sus palabras, sino una vista panorámica de su mundo, de sus gentes, de la humildad, del amor, de la vida... y jamás podré olvidar sus libros. 

Por eso os voy a recomendar su lectura. Si fuera por mí, hablaría de todas sus obras una por una, de las que he leído, de las que aún no he tenido el placer de degustar... pero creo que es más productivo recomendaros dos de mis favoritas (aunque eso es muy difícil, teniendo en cuenta que me gustan todos sus libros, o por lo menos todos los que he podido leerme). Debo deciros que a pesar de que Cien años de Soledad es una obra absolutamente maravillosa y de que El amor en los tiempos del Cólera es sensacional, todavía me sorprende más Crónicas de una muerte anunciada. ¿Por qué es sensacional? Porque desde la primera página sabes cuál es su argumento y cómo va a terminar, no obstante su capacidad narrativa y su excelente pluma te mantiene buceando entre sus páginas hasta el final. Es tan simple, que parece que no puede sorprenderte pero creo que hasta Alfred Hitchcock la hubiera versionado en sus películas (a la americana, por supuesto). 

Una de las cosas que más me gusta de Gabriel es su facilidad para mostrar los distintos estratos sociales, te presenta los retazos más hondos e íntimos de su cultura de una forma muy natural. Fijaos si es sencilla la trama, que si os cuento lo más mínimo de su argumento, realmente, os estaría desvelando el final, observad el principio:
"El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5:30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo."
Efectivamente, Santiago Nasar, el protagonista, va a morir y la obra es un devenir de explicaciones que recuerda a la más pura tragedia griega: todo el mundo sabe lo que va a pasar (hasta el espectador o lector) menos el protagonista que va siendo consciente en cuanto avanza el argumento, es decir, que toda la obra gira entorno a cómo, el porqué y cuándo muere... y quién lo mata: Una maravilla.

Del amor y otros demonios... no sé qué deciros: Sencillamente una historia preciosa, mágica, romántica, tierna... aunque a la vez algo fría y dura que cuenta con una narración vivaz pero al mismo tiempo plagada de un realismo que a veces llega a resultar algo tosco. Tiene de todo, es una gran manifestación del realismo mágico (movimiento literario de mediados del siglo XX que pretende mostrar lo irreal o imaginario como algo común y del que, en mi opinión, García Márquez era un maestro, sin menospreciar a otros grandes exponentes del mismo), romántica pero seria... para mí es totalmente antitética, porque es capaz de ser una novela que en determinado momento parece El Exorcista de William Friedkin (algo más suave), un relato que muestra una sociedad y una cultura, una historia llena de magia o una novela romántica.
 Estoy segura de que la historia de Sierva María (nuestra protagonista), os va a encantar, es una niña desgraciada que al ser mordida por un perro enciende todas las alarmas de su casa; todo el mundo cree que ha contraído la rabia y que esto deriva a que la pequeña pueda estar poseída, así que piensan que el mejor remedio es encerrarla en un convento. Allí conocerá a Cayetano Delaura, un cura que intenta "sanar" la supuesta enfermedad de su alma y con el que entabla una relación muy especial. No cuento más. Así os dejo con la intriga para que os las leáis, estoy segura de que vais a disfrutar de ambas historias. 

Mi querido, Gabriel, espero que allí donde estés, vivas para siempre en el maravilloso mundo que crearon tus aterciopeladas palabras. 

martes, 8 de abril de 2014

Magia

A veces, la cosa más simple puede resultar ser una chispa de vida, una nueva forma de ver el mundo. Es entonces cuando el corazón se agita y podemos lograr cosas maravillosas, crear algo tan hermoso que haga vibrar al mundo, que lo haga temblar y comenzar a crecer de nuevo. Así podemos lograr, incluso, que Vivaldi vuelva a renacer... en definitiva... un poco de magia :)

The piano guys 
Canción: Medley de Let it go (de la película Frozen) y el Concerto n.º 4 en fa menor, Op. 8, RV 297, «L'inverno» (El invierno)

sábado, 29 de marzo de 2014

El cambio

Al igual que cambia el ser humano, la sociedad cambia, nuestro mundo se modifica y la vida sigue de forma distinta. Sin embargo, no podemos dejar que el cambio sea para empeorar las cosas, no dejemos que ocurra, sigamos la senda que tanto esfuerzo costó. Vivamos la vida que tuvimos la suerte de heredar y no caigamos en viejas redecillas, ni mucho menos, en terribles guerras, porque entonces no habrá solución. Tenemos el arma más poderosa: La palabra. Que nadie se vea en el derecho de silenciar la voz del mundo... 

"Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor."
Antoine De Saint Exupery


sábado, 15 de marzo de 2014

El rincón del poeta: Te me mueres de casta y de sencilla

Y si los sentidos nos ofrecen una armonía sin fin de sensaciones, es el corazón el que lleva la sinfonía, el que dirige el concierto cuan Beethoven impetuoso. Puede que a veces incluso presuma de sordera, pero la melodía no solo es hermosa, sino también infinita.
El amor nos hace llegar hasta límites insospechados de felicidad, de filantropía, de alegría. Todo se vuelve lleno de un hálito de vida y sin darnos cuenta, nos volvemos un poco más soñadores, un poco más humanos... Y aunque otras voces se vean con la autoridad suficiente como para intentar callar esa sonata interminable de deseos y pasiones, de duermevelas cálidos, nadie puede hablar más alto que el amor. Porque el corazón no habla, susurra, galopa y camina... y a veces los susurros pueden tener más potencia que los gritos, porque la palabra, es como la piel de una mujer, suave y lisa, con cuanta más dulzura se acaricie, más profunda se hace. La palabra cuanto menos se declame, más fuerza tiene. Miguel Hernández, como otros muchos poetas, lo sabía y ni siquiera los barrotes que encarcelaron su libertad silenciaron sus susurros. Su corazón siguió galopando como el caballo de Alberti sobre la tierra mojada del mar. Y no dejó de amar, porque cuando se deja de amar, de cualquier forma, a un amigo, a un hermano, a una pareja, a una madre... cuando se deja de amar, el corazón enmudece y llora por no dejar de latir.
Al final siempre volvemos al mismo punto... el corazón se convierte en literatura, y como el corazón bombea nuestra sangre, viene el círculo vicioso, se convierte en música, se recita, se susurra, se expande: Se hace... VIDA
Te me mueres de casta y de sencilla

domingo, 9 de marzo de 2014

El rincón del poeta: Verde que te quiero verde

A veces los poemas nos inundan el alma, nos cautivan con sus palabras y hacen que entremos a formar parte de sus páginas y de cada uno de sus versos. Nos dejamos llevar por ese ritmo tan hipnótico que fue fruto de la pasión de un poeta y su musa: la poesía.
En cada fragmento, en cada rincón de una obra, su autor o autora deja una porción de su alma hasta que se convierte en esencia, no solo de su vida, sino de la historia; de esa vida universal de la que todos formamos parte. Un poema es amor, es pasión, es guerra, es paz, es tristeza, es duermevela, es plenitud, es decadencia, es juventud y senectud... es al fin y al cabo vida, aire, latido, sangre y aliento... Y a veces sentimos la necesidad de dejar en él algo de nuestra parte. Algunos lo recitan en voz alta para impregnar con su sonido cada palabra, otros dibujan lo que su mente ha imaginado al leerlo, a veces podemos lanzarnos a escribir algunos versos, otros le dan cadencia, armonía y música. 
Finalmente acaba convirtiéndose en fuerza, palabra, verso, sonido, voz, melodía pero jamás deja de ser vida. Pues la palabra es a nuestro corazón como el agua a una semilla:







sábado, 8 de febrero de 2014

Livres...

Señoras y señores: ¡SOY LIBREE! al fin he acabado mis exámenes (yujuuu >.<) y tengo un "mono" de lectura por placer que no es normal. Además mis impulsos me dicen día tras otro: Creo que es momento de escribir todo lo que se te está pasando por esa cabecita tuya. Y mi sentido común se lo niega. De todas formas ardo en deseos de tener un ratito libre para dedicarme a un par de cosillas que tengo en mente, aunque debo confesar que ya he hecho de las mías mientras estudiaba... Por otra parte, navegando por los confines de este internet nuestro, he descubierto (cosa que me agrada muchísimo) que están empezando los nuevos "retos literarios" para este año y como me parece una propuesta muy interesante, he decidido unirme a alguno. Me imagino que todo el mundo sabrá lo que es un reto literario, pero por si las moscas... se trata de leerte un número de libros en un tiempo determinado, algunos proponen meses o incluso todo el año. Había decidido, pues, llevar a cabo uno que proponían en el blog Kiss a book, sobre novela romántica. Como es un género que tengo poco experimentado (no salgo de Nicholas Sparks), me había parecido oportuno darme el gusto de experimentar más en el género romántico. No obstante, el blog ha cerrado. Cosa que me ha desanimado porque la chica que llevaba este espacio, hacía cosas geniales, concursos, reseñas muy buenas, antologías literarias... me parece una pena que haya decidido dejarlo, sin embargo, también reconozco que llevar al día un blog como el que ella proponía es duro, así que si decide volver algún día, será bienvenida y recibida con los brazos abiertos. No obstante, yo he decidido seguir con el reto, como algo personal y como una propuesta muy buena para todo el que quiera hacerlo. Es sencillito, solo hay que leerse 6 novelas románticas antes del 31 de diciembre del 2014 (¡todo un añito ^^!) . Y para dar fe de que me las he leído, pondré su reseña en el blog. No sé si lo haré conforme las vaya acabando o cuando me las termine todas. Lo decidiré sobre la marcha :) Por ahora, tengo tres novelas en la lista:

- En el nombre del amor de Nicholas Sparks (para no perder la costumbre xD)
- Cadena de Favores de Marisa Grey
- Donde termina el arco iris de Cecilia Ahern.

Por ahora son mis primeras opciones, me quedan tres, creo que elegiré algo de Nora Roberts, aunque no sé muy bien cuál. Pondré los que faltan cuando me haya decidido.
A los que habéis terminado los exámenes ya, enhorabuena y a los que todavía os queda alguno, mucho ánimo. Espero que os salgan muy bien a todos.
¡SAPERE AUDE! 


jueves, 2 de enero de 2014

Año nuevo, diseño nuevo :)

Como todo cambia, este blog necesitaba un lavado de imagen, así que el año nuevo se ha encargado de otorgarle una nueva apariencia. ¿Cuánto durará?