Cada hombre tiene un tesoro que lo está esperando
-Paulho Coelho-

sábado, 27 de agosto de 2011

Beso

Te miro, me miras, pienso. Mis ojos te estudian con timidez y deseo. De repente te abrazo y me abrazas. Por una fracción de segundo, me quedo sin aliento, mi respiración deja de funcionar y mi corazón late atolondrado. ¿Cómo puedes ser que me provoques tantas sensaciones juntas? 
Tras un momento, vuelvo a respirar, me besas en la mejilla y mi corazón vuelve a latir, parece que quiere salir de mi pecho. En ese instante ocurre, como ansiado, esperado, deseado y temido. Tus labios se posan suavemente sobre los míos y es entonces cuando despegas del cemento mis zapatos y escapamos los dos volando. Sólo se quedan tu cuerpo y el mío envueltos en este cálido e inocente... Beso

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