Cada hombre tiene un tesoro que lo está esperando
-Paulho Coelho-

domingo, 13 de marzo de 2011

Quiero

Si todos hiciéramos una lista de todas las cosas que queremos, sería infinita porque queremos de todo. Queremos una buena casa, buscamos a la mujer u hombre perfecto, tener un buen coche (Si puede ser dos), queremos ropa bonita y a la moda... Queremos muchas cosas y demasiadas materiales. Cuando llegan fechas especiales como navidad, los cumpleaños, los santos... Aprovechamos para pedir todas las cosas que nos gustan y deseamos desde hace mucho tiempo, y siempre basadas en lo anterior. La noche de navidad de 2010 una chica de 8 años, Selene, decidió pedirle a los Reyes Magos algo muy especial para ella...

Todo empezó el último día de clase antes de las vacaciones de navidad, la seño Sonia (como la llaman sus queridos alumnos de 8 años) decidió que sería un buen día para explicar la situación de los niños tercermundistas. Contó la historia de un niño sahariano que tenía que vivir recluido en un campo de refugiados con su familia, por miedo a que los mataran. Contando la historia usaba siempre esta formula:

-Sami, vive con su familia en un campo de refugiado, no puede ir a la escuela y este año tampoco recibirá regalos por navidad, sus padres no tienen dinero, y los reyes magos no pueden ir a llevarles sus regalos. Kira es una niña que vive en una de las zonas más pobres y conflictivas de Guatemala, no va a la escuela, trabaja todos los día cuidando de sus hermanos y recogiendo basura y este año tan poco recibirá regalos. Souhir es una niña que vivé en el sur de África, tampoco va a la escuela y camina todos los días 20 km (ida y vuelta) para tomar agua del pozo y llevarla a su casa, repite esta acción tres veces al día. Tiene 7 años, cuida a sus hermanos y anda 15 km para llevar la comida a su padre y su hermano mayor al campo todos los días. Este año, como todos, no recibirá regalos en navidad.
Estas historias reflejaban en la cara de los niños tristeza y angustia por no poder hacer nada, pero Selene tuvo una idea, decidió que ella haría algo por esos niños.
Esa misma tarde escribió su carta a los reyes magos, sus padres la miraban atentos, ya que estaba muy seria sentada frente al papel redactando muy decidida. Al llegar la noche, después de meter su carta en el sobre, se acostó. Su padre entró en la habitación para darle las buenas noches, vio la carta de su hija y decidió leerla:

Queridos Reyes Magos:
Este año no quiero ni una Barbie, ni un muñeco, ni un juego, ni una casita para la barbie, ni una Nancy. Este año no quiero que me traigáis ningún regalo. Lo que quiero pediros es algo muy importante. Quiero que los niños del tercer mundo puedan ir al colegio y aprender mucho, ya que la seño Sonia dice que para que esos niños puedan tener un mejor futuro deben tener una buena base educativa, pues la educación, es la herramienta más eficaz para sacar a las personas de la pobreza. Quiero que haya paz en el mundo para que esos niños no tengan que ir a la guerra ni tengan que coger un arma para matar a las personas. Quiero que todos los niños del mundo tengan que comer para que crezcan sanos y fuertes y nunca se pongan enfermos, y si se ponen quiero que haya médicos que puedan tratar sus enfermedades con medicinas, como hace conmigo el doctor Rodrigo. Quiero que le traigáis a Souhir unas zapatillas cómodas, para que no se lastime los pies andando todos los días el camino de piedras hacia el pozo. Quiero que ayudéis a Sami, para que pueda tener una casa y no tenga que vivir en un campo de refugiados pasando tanto miedo. Quiero que hagáis que Kira no tenga que coger más basura y que todos ellos puedan ir a la escuela y jugar con sus amigos como hago yo con los míos. Espero que no os haya pedido muchas cosas y lo único que quiero para mí es una foto donde todos estos niños, y todos los niños que son pobres estén sonriendo, lleven zapatos adecuados, lleven mochilas... porque eso significará que se habrá cumplido mi deseo de estas navidades y ellos estarán feliz, yo estaré feliz y ese será el mejor regalo de navidad. Muchas Gracias, espero que tangáis un buen viaje de oriente hasta todos estos países.

Feliz Navidad Melchor, Gaspar y Baltasar.

Cuando su padre terminó de leer estas palabras beso suavemente a su hija y susurrando dijo:
Queridos Reyes Magos:
Haced que este regalo se convierta en el mío y en el de todas las personas del mundo, y lo más importante... Ayudad a que se haga realidad

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